martes, 1 de septiembre de 2015

Dejar atrás los Problemas



En el bloc de hoy me interesa poner en vuestro conocimiento un cuento, se titula El árbol de los problemas, el cual nos servirá para hacernos reflexionar.

Es interesante la visión que nos da sobre el trabajo y las preocupaciones que este nos desata a diario y la compaginación con la vida familiar.

El cuento dice así…
Un rico comerciante contrató a un carpintero para restaurar una antigua casa colonial. Como el comerciante era de esas personas a las que les gusta tener todo bajo control y le preocupaba que el trabajo no quedase bien, decidió pasar un día en la casa, para ver cómo iban las obras.

Al final de la jornada, se dio cuenta de que el carpintero había trabajado mucho, a pesar de que había sufrido varios contratiempos. Para completar el día de mala suerte, el coche también se negó a funcionar así que el empresario se ofreció para llevarle a casa.

El carpintero no habló durante todo el trayecto, visiblemente enojado y preocupado por todos los contratiempos que había tenido a lo largo del día. Sin embargo, al llegar invitó al comerciante a conocer a su familia y a cenar, pero antes de abrir la puerta, se detuvo delante de un pequeño árbol y acarició sus ramas durante pocos minutos.


Cuando abrió la puerta y entró en la casa, la transformación era radical: parecía un hombre feliz. La cena transcurrió entre risas y animada conversación. Al terminar la velada, el carpintero acompañó al comerciante al coche. Cuando pasaron por delante del árbol, este le preguntó:

- ¿Qué tiene de especial ese árbol? Antes de entrar estabas enojado y preocupado y después de tocarlo eras otro hombre.

- Ese es el árbol de los problemas – le respondió el carpintero. – Soy consciente de que no puedo evitar los contratiempos en el trabajo pero no tengo por qué llevarme las preocupaciones a casa. Cuando toco sus ramas, dejo ahí las preocupaciones y las recojo a la mañana siguiente, cuando regreso al trabajo. Lo interesante es que cada mañana encuentro menos motivos para preocuparme que los que dejé el día antes. 

Esa noche, el rico comerciante aprendió una de las lecciones más valiosas de su vida.

Reflexión: 

Aprender a desprendernos las preocupaciones laborales diarias puede parecer una habilidad difícil,conseguir que estas preocupaciones no me afecten en otros ámbitos, pero si consigo modificar mis conductas, con práctica puede conseguirse y convertirse en un  hábito que nos permitirá disfrutar mejor de nuestra vida.

Las preocupaciones son como montar en una bicicleta estática: cansan pero no llevan a ninguna parte. Cargar con la mochila de preocupaciones durante todo el día genera estrés, angustia, ansiedad y gran malestar, creándose una bola cada vez más grande que fomenta la irritabilidad y la negatividad... además de impedirnos disfrutar del presente. Es importante poder separar y que no mezclar la vida laboral con la personal y con la familiar. 
Cada una es diferente, y mis padres, pareja, hijos, amigos no han de ser los receptores del malestar generado en otro ámbito ni viceversa.

Para poder ponerlo en práctica y mejorar estas situaciones  podemos practicar y fomentar habilidades que nos permitan "soltar lastre" diariamente. 

Esto lo podemos conseguir creando nuestro propio "árbol de las preocupaciones" el cual puede ser: hacer deporte, practicar relajación, meditación,  ejercicios mentales, escribir las cosas negativas del día en una libreta, etc. 

¿Cómo te sentirías teniendo tu propio árbol de las preocupaciones?


Crea tu árbol de las preocupaciones y recuerda dejarle las cosas negativas y abrazarlo cada día.

¿Te apuntas a crearlo? 

Psicóloga Judit López
Psicóloga Clínica, Psicóloga Forense y Psicóloga Coach.

Psicóloga en Barcelona
Psicóloga en Santa Coloma de Gramenet
659250799